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domingo, 11 de julio de 2010

DOMINGO DEL BUEN SAMARITANO (San Lucas 10, 25-37)




"En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

-- Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Él le dijo:

-- ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?

Él letrado contestó:

-- Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.

Él le dijo:

-- Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida.

Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús:

-- ¿Y quién es mi prójimo?

Jesús dijo:

-- Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?

Él contestó:

-- El que practicó la misericordia con él.

Díjole Jesús:

-- Anda, haz tú lo mismo"

1.- LEE / ESCUCHA: ¿QUÉ TE DICE EL TEXTO?
Un maestro de la Ley plantea una pregunta importante a Jesús; se refiere a la vida eterna y al camino para llegar a ella, aunque le mueve la intención de ponerle una trampa. Jesús le contesta con la parábola del Buen Samaritano, en la que enseña tres cosas:
1.- que el prójimo es cualquier miembro de la humanidad; 2.- que esto lo comprende hasta un samaritano (al que los judíos no consideraban ni siquiera como un prójimo) y 3.- que la pregunta ha de hacerse en dirección opuesta, no quien me es prójimo sino quién se hace prójimo.

2.- MEDITA / ASIMILA: ¿QUÉ TE DICE HOY LA PALABRA?
Que tengo que acercarme a la persona necesitada, de cariño, de tiempo, de comprensión, de escucha, de ayuda, de una palabra de ánimo, de una sonrisa... y como el Buen Samaritano no reparar en los cuidados ni en los "gastos".

3.- ORA / CONTEMPLA: ¿QUÉ LE DICES AL SEÑOR CON LA PALABRA?
Perdóname Señor Jesús por las veces que como el levita o el sacerdote, he pasado de largo o he dado un rodeo para no encontrarme con el necesitado de amor, de cercanía, de vestido... con tantos heridos como encontramos en el camino de la vida.
Enséñame a hacerme prójimo de todos los hombres que encuentre en mi peregrinar hacia la Patria eterna, para que a través de nuestra misericordia te descubran a Ti, el Buen Samaritano por excelencia, que eres el único que de verdad puede descubrir nuestra desnudez, sanar nuestras heridas, ungirnos con el aceite del don de tu Espíritu y embriagarnos con el vino nuevo que nos preparas cada día en la Eucaristía.

4.- PON EN PRÁCTICA / ANUNCIA: ¿QUÉ HACER CON LA PALABRA?
"Ser manos y corazón de Dios" para con todos los hermanos, como dicen nuestras Constituciones, pues ningún sufrimiento tanto físico como moral, nos es ajeno, ya que los sufrimientos y las alegrías de todos los hombres son sufrimientos y alegrías que llevamos en el corazón.

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