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domingo, 6 de marzo de 2011

VISITA DEL GRUPO DE JUVENILES DE LA LEGIÓN DE MARÍA



Siempre supone una gran alegría para nosotras cuando nos visitan los juveniles de la Legión, sobre todo para mí, pues fue en ese grupo donde comencé a vivir y compartir mi fe con otros jóvenes.

Tenía 15 años cuando me invitaron a formar parte de la Legión de María. Y desde entonces, la Legión de María ha formado parte de mi vida.

Al comenzar a estudiar en la universidad tuve que darme de baja temporal, pues no podía asistir a las reuniones por el horario de clases, pero no perdí el contacto, y participaba en la fiesta al aire libre, la fiesta de invierno, el Acies: "Soy toda tuya, Reina mía, Madre mía, y cuanto tengo tuyo es".

Cuando me reincorporé, lo hice ya en el grupo de adultos, pero el contacto con los juveniles era muy cercano.

Después la Virgen quiso que el grupo de juveniles fuera mi trabajo legionario, período que recuerdo con mucho cariño. Pasamos por momentos fecundos, de no caber en la sala, y por momentos de sequía, uno solo, pero no perdíamos la ilusión de seguir trabajando y rezando por nuestra santificación personal y por la colaboración con la obra de la Iglesia.

Y así fueron pasando los años.

Llegó el tiempo en que sentí la llamada del Señor a seguirle de manera más radical, y la Virgen María, como en las bodas de Caná me indicó: "Haz lo que Él te diga".

Sigo siendo legionaria desde las filas de Auxiliares, y es la oración lo que nosotras, como contemplativas, ofrecemos a este "batallón" de María.

Para la Legión de María no hay edad. Si ya formas parte de ella: ¡Ánimo! sigue trabajando. Si no la conoces, pregunta en tu parroquia. La Virgen María es la mejor Capitana, la Amiga que siempre está contigo, la Madre que nunca te abandon y sabe siempre que es lo que más te conviene: "Haced lo que Él os diga".

Sor María Cristina de la Eucaristía, osc

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