Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Tú lo sabes todo, pero supongo que también te gusta escucharlo: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero.
Te quiero porque lo sabes todo, me conoces del todo, y me quieres a pesar de todo.
Te quiero, porque como dice la canción: “es imposible conocerte y no quererte”, y eso que a Ti no podemos conocerte del todo.
Te quiero porque Tú me has esperado siempre, porque tuya fue la iniciativa de quererme, y de quererme a tu lado como una “ofrenda permanente”.
Te quiero por tu paciencia para conmigo, porque nunca perdiste la esperanza cuando yo andaba buscando el amor por lugares equivocados.
Te quiero porque te metiste en mi vida sin darme cuenta, de esa forma tan delicada, como sólo Tú sabes hacerlo.
Me sedujiste y me dejé seducir.
Es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Tú ya lo sabes, pero creo que de vez en cuando me preguntas para que a mí no se me olvide que te quiero, y recuerde lo que supone el quererte.
¡Cuántas veces he deseado encontrarme con tu mirada! y cerrando los ojos he imaginado escuchar de tus labios esas dos palabras que pueden cambiar la vida: “te quiero”.
Y Tú dices: ¡Dichosos los que creen sin haber visto… y sin haber oído!
Sí, Señor, Tú sabes que te quiero.
(Sor Mª Cristina, 12 años de vida consagrada)
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