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martes, 1 de octubre de 2013

DÍA 6º: EL DON DE LA VOCACIÓN



PENSAMIENTO PARA ESTE DÍA
    Hermanos: la llamada de Dios, generosamente correspondida por Francisco, marcó toda su vida según el Evangelio. Conscientes de que la vocación es un don generoso y gratuito de Dios, nos acercamos confiados al espíritu de Francisco para pedir "al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies".

ORACIÓN
    Señor, Padre santo, tú que envías a todos los fieles a alcanzar la caridad perfecta, pero no dejas de llamar a muchos para que sigan más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a los que tú quieras elegir con una vocación particular llegar a ser, por su vida, signo y testimonio de tu reino ante la Iglesia y el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.

LECTURA DE LOS ESCRITOS DE SAN FRANCISCO
      Esta es la regla y vida de los hermanos: vivir en obediencia, en castidad y sin nada propio, y seguir la doctrina y las huellas de nuestro Señor Jesucristo, el cual dice: "Si quieres ser perfecto, vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; y ven y sígueme". Si alguno, queriendo, por divina inspiración, abrazar esta vida, viene a nuestros hermanos sea recibido benignamente por ellos. Y, si está resuelto a tomar nuestra vida, guárdense mucho los hermanos de entrometerse en sus negocios personales y preséntelo a su ministro. Y el ministro acójalo benignamente, y anímelo y expóngale con esmero el tenor de nuestra vida. Y, cumplido el año y término de la probación, sea recibido a la obediencia.

REFLEXIÓN
    La vocación es un don del Evangelio; reitera la llamada de Jesús a los apóstoles a seguirlo. Francisco se sintió llamado por Jesús, y en él halló la respuesta para su vida. Fiel al Espíritu, se abrió plenamente a la gracia y, en consecuencia, al carisma de la elección para una gran tarea en bien de toda la Iglesia. Su conversión supuso un viraje radical y doloroso en la vida, pero su profunda experiencia evangélica, llena de luz y seguridad y la llamada a dejarlo todo, le hizo ordenar la propia vida conforme a la luz recibida. La autenticidad con que concibió vivir su proyecto evangélico, interesó a muchos, que en Francisco vieron encarnado un ideal por el que valía la pena comprometerse. Ideal que hoy sigue accesible a la generosidad de los jóvenes que quieran seguir a Jesús por el camino de Francisco.

(Pida cada uno la gracia que desee alacanzar)

PRECES
       Hermanos: el joven Francisco necesitó de mucha oración para descubrir su vocación evangélica y abrazarla con la generosidad radical que le exigía. Oremos nosotros por las vocaciones sacerdotales y religiosas.

-Para que la Iglesia cuente también en nuestra época  y en el futuro con los sacerdotes y religiosos que necesita para ser fiel a la misión divina que tiene encomendada ante el mundo. Roguemos al Señor.
-Para que la familia Franciscana se rejuvenezca con nuevas y generosas vocaciones que, atraídas por la figura espiritual de los Santos Fundadores, acepten el compromiso de revivirla en la Iglesia de hoy. Roguemos al Señor.
-Para que el ideal de la vida consagrada, don inmenso y gratuito de Dios, ejerza cada vez más atracción en numerosos jóvenes, dispuestos a las más altas y nobles realizaciones. Roguemos al Señor.
-Para que las familias cristianas sean hogar donde puedan nacer futuras vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Roguemos al Señor.

 Ya que por Jesús hemos llegado a ser hijos de Dios, oremos a nuestro Padre: Padre nuestro...

OREMOS CON SAN FRANCISCO
    ¡Oh alto y glorioso Dios! Responde tú a las inquietudes de los jóvenes de hoy: ilumina las tinieblas de su corazón; dales fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta; sentido y conocimiento, Señor, para que cumplan su santo y veraz mandamiento. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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