Hace días nos han invitado a convertirnos en mediaciones
de Dios hacia los demás, ángeles del
Señor que llevemos a los hermanos el mensaje de su amor y ternura. Y como hoy
es sábado, día dedicado a la Virgen María, quiero compartir contigo este texto,
que me impactó cuando lo leí, y que tengo a mano para recordarlo a menudo:
“Convertir la vida diaria en un
descubrimiento continuo de cuanto Dios quiera de mí.
Contemplar a
Dios en lo que nos sucede es el método mariano de vivir lo nuevo e inesperado
sin inquietarnos por cuanto pueda sucedernos, sabiéndonos, ocurra lo que
ocurra, cerca de nuestro Dios.
Contemplar desde
Dios, desde su voluntad, lo que sucede ante nuestros ojos y también lo que
vemos solo con el corazón, verlo todo bajo el querer de Dios, nos llevaría a
vivir la vida de todos los días como una aventura buena, como una
bienaventuranza continua. María nos recuerda que tener a Dios cerca más que un
privilegio es una tarea, pero también nos enseña a saberse junto a Él.
Quien hace,
como María, de la escucha de Dios la ocupación de su vida, hará de su vida
ocasión para hacer el querer de Dios; y, no lo olvidemos, hacer el querer de
Dios significa hacerse con su querer. Presentir con el corazón la voluntad de
Dios en lo que nos acontece.”
(Juan José Bartolomé en “El corazón de la Palabra”)
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