En
el nombre del Señor…
Hermanos: Todo
cristiano es llamado a dar testimonio de Cristo y su Evangelio. Pidamos al
Señor nos ilumine sobre este importantísimo deber.
Oremos
Oh Dios omnipotente, que con Santa Clara
hiciste resplandecer en tu Iglesia y en el mundo una nueva luz de santidad, haz
que su ejemplo e intercesión nos anime para que también nosotros seamos fieles
testigos de tu amantísimo Hijo. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Escuchamos la Palabra de Dios
Del Evangelio según San Juan 15,
17-21
Reflexión
Dar
testimonio de Cristo quiere decir aceptar íntegramente el Evangelio, vivirlo en
lo cotidiano y permanecer fieles a Cristo aún a costa de la vida.
Los santos, los cristianos
auténticos están hechos así. Dóciles a la gracia del Señor, intentan vivir el
Evangelio “sin glosa” diría San Francisco, se trata de confesores de fe,
vírgenes consagradas, y todos los cristianos que con el ardor del apostolado, y
hasta con la efusión de su sangre han testimoniado el amor a Cristo.
Pues
bien entre todos estos santos elegidos brilla fulgentísima Clara de Asís. Toda
su vida y su obra fue un maravilloso testimonio de amor a Cristo. Vivir
fielmente el Evangelio de Jesús, seguir e imitar a Cristo pobre y crucificado,
hacerlo conocer, y amar a través del ejemplo de la propia vida y entregarse a
Él sin reservas: Estos fueron los ideales de nuestra Santa. Son prueba de ello
la elección hecha de vivir el Evangelio, según la forma practicada por el
Poverello de Asís, el coraje con que la puso en práctica huyendo de la casa
paterna, y la fuerza de ánimo con que defendió su elección para seguir la vida
y la pobreza de Jesucristo y su santísima Madre.
Son prueba de ello los veinticinco años de enfermedad
pasados sobre un pobre jergón sin lamentarse jamás, manteniendo una inalterable
serenidad, dando gracias a Dios que la hacía digna de tantos sufrimientos, y
aunque echada sobre el lecho, seguía trabajando para
proveer a las necesidades de las iglesias pobres. Este fue el testimonio de
Santa Clara.
La fama de su santidad comenzó a extenderse ya en vida
por todo el mundo. Comienzan las fundaciones de monasterios que quieren seguir
su misma forma de vida. Hoy, después de ocho siglos de la consagración de Santa
Clara, su carisma sigue floreciendo y permanece vivo. Pero ¿por qué? ¿para qué
sirven los monasterios? ¿qué hacen estas personas sepultadas en vida? Responde
así Pablo VI, a las clarisas de Albano: “He venido para decir: no a la falsa opinión
de quien considera a las monjas como marginadas de la vida, de la realidad, de
la experiencia de nuestro tiempo… y para decir sí al valor de un testimonio que
toca íntimamente a la vida de la Iglesia. Vosotras representáis tantas cosas
que la Iglesia aprecia y que el Concilio ha confirmado. Fieles a la Regla, a la
vida común, a la pobreza, sois una simiente y una señal…
… Su vida es signo de penitencia que
han escogido libremente en reparación de los pecados del mundo y para obtener
la gracia para las almas. Ellas, desde el claustro, rezan, trabajan, hacen
penitencia, se ofrecen a sí mismas a Dios como hostias vivas implorando las
gracias divinas para sí, para la Iglesia, para el mundo. Son un testimonio
vivo, son una luz que resplandece, una llama que ilumina e indica a los hombres
el justo sentir de la vida. Son una voz orante y una predicación viviente. Con
el salmista, ellas nos repiten que: “El que siembra con lágrimas recoge con
júbilo”, es decir, si queremos recoger la gloria eterna con Cristo, aquí abajo
debemos llevar la cruz juntamente con Él.
Plegaria comunitaria
Hermanos,
el testimonio de vida que nos da Santa Clara y sus seguidoras nos hace esperar
que el Señor nos dará también a nosotros la gracia para serle fiel. Por eso,
Roguemos juntos diciendo:
Escúchanos, Señor.
·
Para que la santa Iglesia, Esposa de
Cristo, en su cotidiano testimonio de fidelidad el Esposo divino, aparezca
siempre más evangélicamente pobre, orante y penitente. Oremos. R.
·
Para
que los hombres no queden insensible a las llamadas de la gracia que el Señor
dirige a todos ellos, a través del testimonio luminoso de sus elegidos. Oremos.
R
·
Para que los aquí reunidos, por amor a
Cristo y por la salvación de nuestros hermanos, nos preocupemos para ser en la
Iglesia y en el mundo un Evangelio vivo. Oremos. R
Ahora en silencio, pidamos al Señor
por intercesión de Santa Clara, las gracias que deseamos alcanzar en esta
Novena. (Petición)
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Oremos
Oh Dios omnipotente, que en tus elegidos nos
ofreces modelos de amor y de fidelidad a Cristo
y al Evangelio, concédenos que el testimonio y la intercesión de Santa
Clara nos obtengan ser también nosotros fieles al mismo hasta la muerte. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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