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martes, 4 de diciembre de 2018

ANHELOS Y ESPERANZAS (3)


Cuando se va la Luz
            Busco tus ojos en medio de la noche...
esos ojos divinos que siempre me han seguido
con mirada de amor.
Necesito la luz de esa mirada
que inunda el alma de fuego y de ventura
y hace latir y arder el corazón.
         ¡Mirada de Jesús!
Eres el sol que alumbras mi camino
y alientas mi vivir.
Cuando te ocultas,
todo pierde su encanto en mi existencia,
todo se torna oscuro y sin belleza,
         ¡ y me siento morir...!
¡Ven, Señor! ¿es que duermes?
¡Ah, sí! creo que duermes...
No quiero despertarte...
         Me quedaré velando entre las olas
tu misterioso sueño en íntima oración.
Perdóname si gimo algunas veces
en medio del silencio... ¡es que temo perderte...!
Temo ya haber perdido tu amistad y tu amor.
         Mas yo sé que no es cierto;
que en mi íntima amargura no me has abandonado.
¡Creo con esperanza inquebrantable
en tu inefable amor...!
Yo se que estás conmigo
que en medio de la noche impenetrable
vela con ansiedad tu Corazón.
Apoyada mi frente en tu pecho adorado
esperaré anhelante tu dulce despertar.
¡Oh Amadísimo mío! y para entonces...
¡qué horizontes de dicha vislumbran ya mis ojos!
¡cuán dilatada paz!
         Rumbo a cumbres de altura
de incomparable brillo y esplendor
entonaré el preludio del día interminable
en que en tu beso ardiente e inefable
encuentre eterna dicha
¡en el supremo éxtasis de amor!

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