Ya desde niña me atraía el ser monja. Era muy traviesa, pero con una conciencia muy sensible, por eso después en medio de mis travesuras, me retiraba a lugares solitarios a orar, y me imponía penitencias como andar con piedras en los zapatos, etc. Yo le pedía a Jesús que quería ser mejor.
Aún siendo niña, me sentía responsable de mis dos hermanas, que eran mudas.
Estuve en un colegio apostólico, donde la madre superiora vio que mi vocación era contemplativa, y encargó que buscaran un convento apropiado. El elegido fue el Convento de las Descalzas, a las que yo comencé a visitar.
El médico de cabecera me llevó con él unos meses para cuidar de sus hijos. El pequeño era el que me acompañaba en mis visitas a las monjas, con la condición de que esa visita quedara en secreto, entre él y yo. Pero en cuanto llegaba a casa, le decía a su madre: “Mamá, “Otario” me llevó a una cárcel” (debido a las rejas del locutorio).
Fueron muchos los inconvenientes que mi madre ponía para dejarme entrar en el convento, pero mi padre me apoyaba totalmente. Las personas cercanas a la familia, también me asustaban, hablando de las grandes penitencias que hacían las monjas, como pegarse a medianoche con un palo, y que yo no podría resistirlas.
Lo que me ayudó a dar el paso definitivo, fue la curación de una enfermedad que padecía desde niña. Yo le decía a Jesús: “Si me curas de esta enfermedad, seré monja”. Él me curó y yo cumplí la promesa.
Mi mayor sorpresa al enseñarme las monjas la celda de dormir, fue ver un palo colgado en la ventana. Yo pensé que era verdad lo que me habían dicho anteriormente. Pero no, ese palo tan solo servía para abrir y cerrar la ventana de la celda.
Yo diría a las jóvenes, no tengáis miedo y no creáis todo lo que se dice de nuestra vida. ¡Venid y veréis!
QUERIDA HERMANA SOR MARÍA ESPERANZA DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESUCRISTO RESUCITADO...No podía ser otro tu nombre ante el milagro que Dios ha hecho en ti vida!!!
ResponderEliminarGracias porque con tu testimonio del AMOR DE DIOS en ti, animas a los que estamos buscándole a perseverar en el camino de la FE...Verdaderamente Jesús ha resucitado para ti y te ha enseñado el camino del Cielo!!! Todo sacrificio tiene su valor, es verdad, y tú has encontrado el tesoro más grande, querida hermana!!!
Ayer el Señor me regaló presenciar la vigilia de oración por las vocaciones en el Seminario de Madrid, y cantamos esta canción que ahora te regalo por haber sido fiel y perseverante:
te quiero hermanaaa, esto es para ti, gracias por que DIOS te ha creado!!!
"Enciende una luz, déjala brillar,
la luz de Jesús, que brille en todo lugar.
No la puedes esconder, no te puedes callar,
ante tal necesidad, enciende una luz, en la oscuridad."
Gracias por ser nuestra lamparita preciosa y nuestra esperanza en Cristo!!!
violetilla pulgarcina con ganas de abrazarte!