sábado, 26 de febrero de 2011

DOMINGO 8º DEL TIEMPO ORDINARIO (San Mateo, 6, 24-34)



En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

“Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará la primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podría añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por la mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.”

YO NO TE OLVIDARÉ

“Nadie puede estar al servicio de dos amos… No podéis servir a Dios y al dinero”.
Dinero, riquezas, poder, no se avienen a desempeñar en la escena del mundo el papel de medio al servicio del hombre, y la sugestión los erige en dioses a los que el hombre ha de servir. Cuando decimos “a los que ha de servir”, entendemos que el hombre les ha de entregar su vida, ha de poner en ellos el corazón, ha de confiar en ellos, pues espera descansar en ellos, conforme a lo que expresan las palabras del necio: “Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente” .
“Sintiendo lúcidamente o por instinto su inconsistencia, el hombre busca puntos de apoyo para el soplo que es su vida. Siente un miedo atroz a disiparse. Construye estructuras: «alturas» de dignidad o poder, muros que acogen y resguardan. El hombre se apoya en la opresión, haciendo de los demás plataformas en que afianzarse; luego construye salvaguardias de su explotación. Se apoya en el robo, en el despojo, sobre todo del pobre y desvalido. Se apoya en la riqueza que va creciendo, justa o injustamente” .
En el dinero idolatrado, el hombre busca un apoyo para su natural inconsistencia.
También el creyente, experto en flaquezas, busca fundamento. Tú lo has confesado con el salmista: “Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación… Sólo él es mi roca y mi salvación”.
Con esa fe hemos acogido la enseñanza de Jesús: “No estéis agobiados por vuestra vida… Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta… Fijaos como crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos… No os agobiéis por el mañana”.
Pero no olvidéis, queridos, la traducción que de estas palabras hizo un día el mismo Jesús en la cátedra de la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Necesito recordarla, porque son del hombre, de cada hombre, clamores y pregunta de aquel crucificado. Necesito recordarla, porque el evangelio se proclama siempre y sólo para crucificados. Y son para Jesús y para el hombre las palabras de la antigua profecía: “¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo del sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”.
También el Cuerpo de Cristo, sobre todo el Cuerpo de Cristo que hoy recibes en comunión, lleva grabado el mismo mensaje: “Yo no te olvidaré”.
Feliz domingo.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger


ADORA Y CONFÍA

No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla
que, a pesar de todo,
acepta los designios de su Providencia.
Poco importa que te consideres frustrado
si Dios te considera plenamente realizado; a su gusto.
Piérdete confiando ciegamente en ese Dios que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.

Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de arrebatarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus faltas morales.
Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda: cuanto te reprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste,
Adora y confía.

(Teilhard de Chardin)


domingo, 20 de febrero de 2011

DOMINGO 7º DEL TIEMPO ORDINARIO (San Mateo 5, 38-48)



LECTURA DEL LIBRO DEL LEVÍTICO 19, 1-2.17-18

El Señor habló a Moisés: “Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, son que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 3, 16-23

Hermanos:

¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo; ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: “Él caza a los sabios en su astucia.” Y también: “El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.” Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

"En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Sabéis que está mandado: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo’. Yo en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.”

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Domingo de la santidad: sed santos, nos dice el Señor ya en el Antiguo Testamento, porque Yo soy Santo. Aquí tenemos ya manifestado el sueño de Amor de Dios sobre sus hijos, pues ¿qué es la santidad? Para responder a esta pregunta nos hacemos la siguiente: ¿Qué es Dios? Y Él mismo nos responde a través de Juan: "Dios es Amor", Amor hecho misericordia, ternura, compasión, perdón, indulgencia, pasión... por cada uno de sus hijos.
Pero ¿cómo llegar a amar como Él nos ama? En la segunda lectura tenemos la respuesta: "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros?" En la escucha y docilidad a este Dulce Huésped de nuestra alma, está la posibilidad de llegar a ser imagen de su Amado Hijo, que en el Evangelio de hoy nos manifiesta las exigencias extremas de este Amor: "no resistáis al que os hace algún daño... a quien te pida, préstale... ama a tus enemigos... ora por los que te persiguen... sólo así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo..." pues si sólo amamos a los que nos aman, hacemos lo mismo que todos hacen y nada nos distingue como cristianos. Vosotros, sed perfectos (misericordiosos) como vuestro Padre es paciente y misericordioso.
No dejemos que la Palabra de este domingo pase sin que deje fruto en nuestra vidad de cada día.
¿Soy consciente de que mi cuerpo es Templo de Dios y está habitado por el Espíritu Santo? La santidad ¿es el adorno que más cuido? ¿Cuántas horas dedico a mirarme en el ESPEJO (CRISTO)?: Mi mirada ¿está llena de misericordia?; mis labios ¿bendicen a todos los que no me caen bien?; mis manos ¿saludan, ayudan, estrechan las de mis adversarios?
Que el Amor sea la única arma que utilicemos aunque nos parezca la menos eficaz.


domingo, 6 de febrero de 2011

5º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (San Mateo, 5, 13-16)



"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

--Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del candelero, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo."


VOSOTROS SOIS LUZ DEL MUNDO

“La Palabra que era la luz verdadera que alumbra a todo hombre”, dice a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo”.
La Palabra ilumina a todos viniendo al mundo. Los discípulos de la Palabra han de iluminar estando en el mundo.
La Palabra no es del mundo, sino de Dios. Y no son del mundo los discípulos, sino de la Palabra y del Padre que la pronuncia.
Hoy, en la celebración eucarística, escuchamos al Señor que dice: “Vosotros sois la luz del mundo”, y comulgamos con el Señor que es la luz del mundo.
Escuchas, crees, comulgas, y sabes que tu luz es la luz de Cristo que brilla en tus pensamientos, en tus palabras, en tus sentimientos, en tu rostro, en tus gestos, en tus obras, en tu vida.
Escuchas, crees, comulgas, y sabes que ser luz, como ser Cristo, no es sólo lo que la gracia y la fe han hecho de ti, sino que es también tu vocación, lo que la gracia y la fe han de completar en ti.
Entra en el misterio de tu vocación, que es el misterio de tu comunión con Cristo: “Vosotros sois la luz del mundo”.
No lo sois por poderosos, no lo sois por sabios, no lo sois por vuestras riquezas, no lo sois por vuestro ingenio. Sois luz porque estáis en el mundo como el que sirve, como discípulos de la Luz que dijo de sí misma: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos”.Sois luz porque, como Jesús, habéis sido ungidos por el Espíritu Santo y habéis sido enviados “a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista”.
Ahora escucha las palabras del profeta: “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo… Entonces romperá tu luz como la aurora… Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.
Hoy, la sencilla declaración evangélica: “Vosotros sois la luz del mundo”, es un envío en misión al mundo de tinieblas en que viven los pobres."
Feliz domingo.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger

miércoles, 2 de febrero de 2011

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR, DÍA DE LA VIDA CONSAGRADA



Cuando Jesús y María
llegan al Templo sagrado,
y con José a su lado,
se oye un canto de alegría.
Y es que ha llegado ya el día
de la Luz resplandeciente
que, Simeón impaciente
esperaba con fervor...
y lo anuncia con amor
a la Humanidad doliente.

¡Oh! ¡Qué hermoso es este día!
Y las almas consagradas
de Jesús enamoradas,
¡se unen en fiesta a María!
Ella llena de alegría,
siembra luz de salvación;
nosotras nuestra oblación
ofrendamos a Jesús:
¡Él colma al mundo de Luz,
de su Amor y Bendición!

¡QUÉ EMOCIÓN!

¡Cuántas gracias, Señor,
he de darte, Dios mío!
porque me llamaste,
porque me elegiste,
porque me dijiste
que Tú eras mi amigo.
¡Cuántas gracias, Señor,
he de darte, Dios mío!

¡Qué emoción en mi alma
despertó tu llamada!
¡Qué sorpresa y qué llanto
de gozo y de amor!
¡Qué increible alegría,
ser un día tu esposa...!
¡Me asombraba lo inmenso
de tu don, oh Señor!

He seguido gozosa
tu camino de ensueño...
siempre Tú has sido
el Centro de mi intimidad.
¡Tú eres toda mi vida,
saturando mi alma
de tu amor inefable
y tu dulce amistad!

¡Qué alegría yo siento
cuando canto tu nombre,
y te llamo mi Amado,
mi Esposo y Señor.
Déjame que te mire;
déjame que te ame,
y que muera en tus brazos
abrasada de amor!