sábado, 2 de octubre de 2010

NOVENA PEREGRINACIÓN A ASÍS (DÍA 7º)



FONTE COLOMBO

AMBIENTACIÓN
Visitamos hoy el eremitorio de Fonte Colombo, "santuario en el que Francisco escribió la Regla". La tradición franciscana lo compara con el monte Sinaí. Bello en su panorámica, retirado y propicio para la contemplación como al Santo le gustaba. Recorramos el sendero con recogimiento, oremos ante cada ermita que se encuentra en el camino, antes de llegar hasta la gruta sagrada, una impresionante hendidura en la roca de un metro de ancha por siete de profundidad, donde siempre ha sido venerado como el lugar donde fue redactada la Regla de 1223, durante una Cuaresma de ayuno y oración que hizo aquí Francisco. Arrodillémonos también en el sitio donde el cirujano cauterizó los ojos al Santo a causa de aquella dura enfermedad que padeció y pidámosle que nos conceda parte de su espíritu.

ORACIÓN
"Temed y honrad, alabad y bendecid, dad gracias y adorad al Señor Dios omnipotente, en Trinidad y Unidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas. Por los siglos de los siglos. Amén." (1ª Regla)

LECTURA (Leyenda Mayor)
De cómo San Francisco escribió la Regla en Fonte Colombo

Estando ya muy extendida la Orden, quiso Francisco que el Papa Honorio le confirmara para siempre la forma de vida que había sido ya aprobada por su antecesor el Papa Inocencio. Se animó a llevar adelante dicho proyecto, gracias a la siguiente inspiración que recibiera del Señor.
Parecíale que recogía del suelo unas finísimas migajas de pan que debía repartir entre una multitud de hermanos suyos famélicos, que le rodeaban. Temeroso de que al distribuir tan tenues migajas se le deslizaran por las manos, oyó una voz del cielo que le dijo: "Francisco, con todas las migajas haz una hostia y da de comer a los que quieran..."
Al día siguiente, guiado por el Espíritu Santo subió a un monte con dos de sus compañeros (este lugar es Fonte Colombo) y allí entregado al ayuno, contentándose tan sólo con pan y agua, hizo escribir la Regla, tal y como el Espíritu divino se lo sugería en la oración. Cuando bajó del monte, entregó dicha Regla a su vicario para que la guardase; al decirle éste, después de pocos días que se había perdido, por descuido, el Santo volvió nuevamente al mencionado lugar solitario, y la recompuso enseguida de forma idéntica a la primera, como el Señor le hubiera ido sugiriendo cada una de sus palabras. Después, de acuerdo con sus deseos, obtuvo que la confirmara el señor Papa Honorio en el octavo año de su pontificado. Cuando exhortaba fervorosamente a sus hermanos a la fiel observancia de la Regla, les decía que en su contenido nada había puesto de su propia cosecha, antes, al contrario, la había hecho escribir toda ella según se lo había revelado el mismo Señor.

PUNTOS PARA LA REFLEXIÓN

- Hoy podemos imaginar a Francisco de rodillas, en alta contemplación, redactando la Regla inspirado por el Espíritu Santo.
¿Es para nosotros la Regla que Francisco escribió "libro de la vida", esperanza de salvación, médula del Evangelio, camino de perfección, llave del paraíso, pacto de alianza eterna?

Se hace urgente volver a las fuentes y vivir con el mismo espíritu del Santo nuestra propia vocación.

INVOCACIONES

Oremos a Dios Padre, el Sumo Bien que concedió a Francisco crear una nueva familia en la Iglesia siguiendo el Evangelio.

- Padre, repara tu Iglesia y envía nuevas vocaciones a la Orden Franciscana, con el mismo espíritu que tuvo el bienaventurado Francisco.
Padre, escucha nuestra oración.

- Padre, concede la justicia y el amor a todas las naciones de la tierra, para que desaparezcan entre los hombres el odio y las guerras, y reine el bienestar entre todos.
Padre, escucha nuestra oración.

- Padre, concédenos a nosotros el espíritu de minoridad y sencillez, para que seamos testigos del Reino, como se lo concediste a tu siervo Francisco.
Padre, escucha nuestra oración.

BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO
El Señor os bendiga y os guarde.
Haga brillar su Rostro sobre vosotros y os conceda su favor.
Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz.
El Señor os bendiga.

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