domingo, 28 de noviembre de 2010

DOMINGO 1º DE ADVIENTO



LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 2, 1-5


Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán:

-- Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor. Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 13, 11-14

Hermanos: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de espabilarse, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo y que el cuidado de nuestro cuerpo no fomente los malos deseos.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-- Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

"El Adviento es una buena ocasión para tomar conciencia del "tiempo" que vive el cristiano como momento de gracia, el tiempo decisivo , el tiempo de la luz en el que uno puede orientar la propia libertad por los magníficos y amplios caminos de la verdad y del amor.
El peligro serio es gastar el tiempo que tenemos a nuestra disposición nuestra existencia, sin optar de verdad por algo grande, sin decidirse de veras a dar a la libertad ese gran aliento que sólo puede provenir de haber encontrado en Jesús la verdad y el amor. El descuido nos podría hacer perder y para siempre la gracia de Cristo, que hace verdadera la vida cristiana. Por consiguiente vale la pena velar, tener despierta la fe, porque ya está aquí la luz.
Es, pues la gracia de Cristo la que suscita en nosotros la capacidad para emprender el camino con obras buenas. Mientras estamos de camino la Palabra de Dios nos exhorta a ser como el profeta, capaces de tener "visiones", en el sentido de saber mirar a lo lejos, incluso si la ciudad: está llena de idolatría, infidelidad, injusticia. El papel de cada cristiano es el de volverse hacia Dios y testimoniar desde su vida, que Dios es el único que llama amorosamente a todos hacia sí.
ORACIÓN
Es tu amor, Abbá, el que nos pone de nuevo en camino hacia tu Hijo que viene. Te damos gracias por este tiempo que nos regalas para poder acogerte .Concédenos dejarnos visitar por tu gracia, que caminemos siempre a tu luz para no desear más el mundo de las tinieblas. Después de haber intuido el camino de la paz, que tan bellamente nos describes en la primera lectura, no permitas que seamos tentados por el orgullo y la violencia.
Vence nuestra ignorancia..., vence nuestra tibieza..., vence nuestras rutinas que nos hacen creer que ya no podemos descubrir nada nuevo en tu compañía. Revístenos de tu Hijo amado, Jesús, e introdúcenos en la vida del Espíritu para que con él oremos incesantemente: ¡Maranatá! ¡Ven, Señor Jesús!"
(Del libro Lectio divina para cada día del año)

1 comentario:

  1. Muy hermosa la corona de Adviento, que cada vela sea para tod@s el mejor deseo: que Jesús que nacerá pronto en Belén nazca cada día en cada corazón que nos llene y cambie a ser siempre mejores..que nos preparemos bién, que estemos atentos y despiertos para ese encuentro tan especial.un abrazo

    ResponderEliminar