martes, 6 de agosto de 2024

NOVENA A SANTA CLARA. DÍA 4º




ORACIÓN
          Oh Dios omnipotente, que con Santa Clara hiciste resplandecer en tu Iglesia y en el mundo una nueva luz de santidad, haz que su ejemplo e intercesión nos anime para que también nosotros seamos fieles testigos  de tu amantísimo Hijo. Por Jesucristo nuestro Señor.

DÍA 4º

De la 2ª carta de San Pablo a los Corintios (3, 18)

         “Por nuestra parte, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transfigurando en esa misma imagen, cada vez más gloriosa, como corresponde a la acción del Espíritu del Señor.”

REFLEXIÓN
         Quien visita el monasterio de San Damián, se ve profundamente impresionada por la desnudez de aquellas paredes, caldeadas por la ferviente oración de las damas pobres. Clara pasa largos años enferma sobre un duro lecho, en el suelo. Allí, mientras eleva su alma enamorada de Cristo, cose y borda blancos paños para los altares y los sagrarios de las iglesias pobres. Dios cambia esta pobreza diaria en gloria eterna. Hay siempre Tabor para los santos, pero nosotros solo le vemos después de la humillación del Calvario.

DE LA BULA DE CANONIZACIÓN DE SANTA CLARA
         “En el siglo era luz Clara, en la religión fue relumbre; en el hogar era fuego radiante, en el claustro resplandecía como fulgor. Brilló en vida y muerta resplandece; fue luminar en la tierra, y en el cielo es reverbero. ¡Qué llamarada la de esta luz y qué vehemencia la de su resplandor! Mas esta luz permanecía encerrada en lo secreto de la clausura y lanzaba al exterior rayos que  rebrillaban… Porque Clara moraba oculta, y su conducta resultaba notoria; vivía Clara en el silencio y su fama era un clamor; se recataba en su celda y su nombre y vida eran públicos en las ciudades.”


Pidamos al Señor por intercesión de Santa Clara,
las gracias que deseamos alcanzar en esta Novena.

Padrenuestro, Ave María y Gloria

ORACIÓN FINAL
¡Oh Virgen prudente, Ángel de la Eucaristía,
Santa Clara de Asís, mensajera de paz y amor!
Tú que en la tierra fuiste dispensadora
de los tesoros de la divina bondad,
atiende las súplicas
que te dirigimos en esta Novena,
y dígnate acogerlas favorablemente
a mayor gloria de Dios

CANTO
Quiero yo seguir
tu camino sembrado de espinas,
quiero sonreír,
pues presiento mi gozo sin fin.
Quiero que tu paz,
se refleje y envuelva mi vida,
quiero yo pasar dando amor y sonrisas y paz.
madre, enséñame
a pisar de Francisco las huellas,
madre, quiero ser
un reflejo de Cristo como él.


1 comentario:

  1. "Hay siempre Tabor para los santos, pero nosotros solo le vemos después de la humillación del Calvario" la humillación del Calvario es lo que nos hace santos, pero si Dios quiere Le veremos antes. Sus caminos son así y Él en Su sabiduría elige lo mejor para que cada persona sea santa.

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