martes, 23 de febrero de 2010

Domingo 1º de Cuaresma: JESÚS ES TENTADO POR EL DIABLO (San Lucas 4, 1-13)


"Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan". Jesús le contestó: "Está escrito: 'No sólo de pan vive el hombre'". Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo, y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo". Jesús le contestó: "Está escrito: 'Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto'". Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: 'Encargará a los ángeles que cuiden de ti' y también: 'Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras'". Jesús le contestó: "Está mandado: "No tentarás al Señor tu Dios". Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión."

1.- LEE / ESCUCHA: ¿QUÉ DICE EL TEXTO?
En el desierto, Jesús es tentado por el diablo, que le ofrece una manera de llevar a cabo su misión distinta de la voluntad de Dios, según las expectativas de la gente de cómo tenía que ser el mesías, mediante el poder, la riqueza y el éxito
Jesús utiliza la Sagrada Escritura para rechazar las tentaciones, pero ¡ojo! también el diablo lo hace para tentarle.
Al final, Jesús vence.

2.- MEDITA / ASIMILA: ¿QUÉ TE DICE HOY LA PALABRA?
En el comienzo de esta Cuaresma (cuarenta días), el Espíritu me invita a acompañar a Jesús en el desierto, para prepararme a la gran fiesta de la Pascua.
Allí voy a ser tentada en las necesidades y debilidades de mi naturaleza humana (el diablo no va a ofrecerme todos los reinos de este mundo), pero Jesús me indica el camino para vencer la tentación: la Palabra de Dios.
Debo tener presente las respuestas de Jesús ante las tentaciones: "No sólo de pan vive el hombre"; "Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto"; "No tentarás al Señor"

3.- ORA / CONTEMPLA: ¿QUÉ LE DICES AL SEÑOR CON LA PALABRA?
¡Gracias Jesús! porque quisiste pasar por la prueba de la tentación, para que cuando nosotros pasemos por ella nos acordemos de ti.
Gracias, porque en cada tentación estás a nuestro lado diciéndonos: "Confiad: Yo he vencido al mundo".
Gracias porque nos indicas el camino para vencer la tentación: retener la Palabra de Dios en nuestro corazón , convirtiéndola en norma para nuestra vida.
Enséñanos a apoyarnos en Ti, porque solos no conseguiremos nada: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta"; "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?"

4.- PON EN PRÁCTICA / ANUNCIA: ¿QUÉ HACER CON LA PALABRA?
En esta Cuaresma alimentarme más de la Palabra de Dios, acogerla en mi corazón para que sea luz en mi camino, y cuando llegue el momento de la tentación, acudir a ella para superarla y vencerla.


1 comentario:

  1. ...Si Cristo como hombre venció las tentaciones en el desierto, nosotros también podremos vencer, porque nadie será tentado más allá de sus fuerzas...y ÉL ya nos ha anticipado su victoria, aunque tengamos que caminar primero con su CRUZ para purificarnos...

    ...No podemos comparar la FE que tenía el HIJO DE DIOS VIVO con la nuestra, que a penas es más grande que un granito de mostaza, pero, por eso mismo, tenemos que acogernos confiadamente a su PALABRA, y fiarnos del arma que nos da para luchar contra la tentación: ¡¡¡LA ORACIÓN!!!

    ...En mi desierto personal, el Señor no sólo me ha pedido que ore sin cesar, sino que me ha enseñado a hacerlo con la fórmula más perfecta recitada de sus propios labios: el "Padre Nuestro..."

    Y llegando a comprender esta oración perfecta, he llegado a aprender a pedirle al Padre lo que necesito, con la confianza de ser su hija amada...

    Confiemos plenamente, con la poca fe que tengamos, y no nos cansemos de pedir y pedir, para no caer en la tentación...

    Después del desierto y de ser tentados, Jesús nos llevará consigo al monte a orar y nos enseñará SU VICTORIA: LA TRANSFIGURACIÓN DE SU CUERPO GLORIOSO RESUCITADO antes de padecer el sufrimiento de la CRUZ... pero ¿ESTAREMOS DESPIERTOS PARA VERLO?

    ¡GRACIAS POR TU MISERICORDIA, SEÑOR...porque sabes que somos débiles y necesitamos ver que el final de la cruz está la RESURRECCIÓN!

    ¡la violetilla, orante esperando esa transfiguración gloriosa!

    Os quiero, Hermanas, en CRISTO Y MARÍA!!!

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