¡Oh Noche deliciosa
más radiante de luz que un mediodía,
en que un Niño de rosa
de una Aurora nacía
entre anuncios de paz y de alegría!
Por eso en esta Noche
reina el Amor más fuerte y entrañable,
pues tiene como broche
todo un Dios inefable,
hecho ternura en este Niño amable.
¡El Verbo se hizo Niño!
que nos habla de luz, de paz, de vida;
¡Él es todo cariño!
y lo da sin medida
a quien va con su lámpara encendida.
¡Oh prodigio admirable!
que todo un Dios desde el más alto cielo
baje al barro culpable,
sin tener otro anhelo
que otorgar a los hombres su consuelo.
La caridad florece
en un fuego de amor que es luz brillante
y todo se embellece
cual cielo rutilante
ante la salvación hoy desbordante.
¡Qué Niño tan hermoso!
¡Es Dios-Amor que se hace cercanía!...
y el mundo tenebroso
vive ya la alegría
del Sol de Amor, nacido de María.
¡Que Él sea tu consuelo
y tu felicidad en esta vida!
¡Él que es todo tu cielo
será tu paz cumplida
y tu gozo y tu Amor en su venida!
Recibiendo a Jesús,
esta Noche en la Santa Eucaristía
te llenarás de luz
y de santa alegría
en posesión del Bien que tu alma ansía.
MT
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