lunes, 29 de diciembre de 2014

¡FELIZ Y SANTA NAVIDAD!



Clara y Francisco al Nacido
Niño Dios pobre en Belén,
le ofrecen muy complacidos 
sus cantos de “Paz y Bien”.

Y al Niño sus seguidoras 
cantaremos la alegría
de ser sus adoradoras
junto a José y a  María.

Así, cerca de la cuna
os tendremos muy presentes,
y pediremos a una,
en nuestras preces ardientes:

Para que reine la paz,
para que triunfe el amor,
la armonía, la hermandad,
la luz de un mundo mejor.


Y que en este nuevo Año
de la Vida Consagrada,
vivamos el Evangelio,
Profecía de Esperanza.
 



domingo, 14 de diciembre de 2014

III DOMINGO DE ADVIENTO



 "¡Estad siempre alegres en el Señor!"


ISAÍAS 61, 1-2a. 10-11

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos."

PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES 5,16-24
"Hermanos:
Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas."




“DESBORDO DE GOZO CON EL SEÑOR”:
El apóstol nos recuerda la condición que es connatural a la tierra nueva que, en Cristo Jesús, Dios ha preparado para sus hijos: “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres”. La alegría de los redimidos es evidencia de la salvación con que Dios los ha visitado. La alegría se nos ha pegado a las entrañas con la fe que se nos ha dado, con la esperanza que nos fortalece, con el amor que nos envuelve, nos unge y nos envía.
También nosotros, con el profeta, con el Mesías Jesús, con María de Nazaret, proclamamos en medio de la asamblea eucarística: “Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios”, “se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”.
No entonamos nuestro canto con los poderosos de la tierra sino con los humildes, pues nuestra alegría no la conocen los ricos sino los hambrientos.
Ungida de amor, de alegría, de Espíritu Santo, sales enviada a los pobres, Iglesia cuerpo de Cristo, para llevarles, con el Espíritu Santo que se nos ha dado, el amor y la alegría.
Si el hambriento no queda lejos de tu pan, si el sin techo no queda lejos de tu corazón, si el extranjero no queda lejos de tu abrazo, si el humillado no queda lejos de tu ternura, ninguno de ellos quedará lejos de tu alegría.
Entonces, todos cantarán contigo bajo un cielo nuevo, en la tierra nueva: “Desbordo de gozo con el Señor… Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”.
Con tus manos, Dios hace nuevas todas las cosas.
Feliz domingo.
Siempre en el corazón Cristo.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger

domingo, 7 de diciembre de 2014

II DOMINGO DE ADVIENTO





 SAN MARCOS 1, 1-8

"Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo." 


“PREPARADLE UN CAMINO AL SEÑOR”:
La llamada se hace a la Iglesia que vive en la fe su tiempo de adviento: “Preparadle un camino al Señor”.
Preparadle un camino a la paz que Dios anuncia, a la salvación que viene con él, a la gloria que con él llena la tierra.
Prepárale un camino a la misericordia que pides, a la justicia que necesitas, a la fidelidad que vuelve a tu casa.
Prepárale un camino a tu pastor, a la abundancia para tus corderos, a la ternura para las madres.
Prepárale un camino a la lluvia de Dios para tu tierra, a los frutos de tu tierra para Dios.
Prepárale un camino a Jesús: escúchalo, recíbelo, acógelo, ámalo, cuida de él en su palabra, en su eucaristía, en los pobres, en toda la creación. Entonces resonará en tu intimidad la voz del profeta: “Ponte en pie, Iglesia de adviento, sube a la altura y contempla el gozo que Dios te envía”. Lo verás llegar a ti en la creación, en los pobres, en la eucaristía, en las palabras humildes de la Palabra eterna de Dios. Entonces, en tu comunión con Cristo, ya será de alguna manera la Navidad.
“¡Preparadle un camino al Señor!”
“¡Ven Señor Jesús!”
Siempre en el corazón Cristo.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger

miércoles, 3 de diciembre de 2014

EN HONOR A NUESTRA MADRE


Si no puedes asistir personalmente, te invitamos a que te unas a nosotras de manera espiritual.

domingo, 30 de noviembre de 2014

I DOMINGO DE ADVIENTO




 SAN MARCOS 13, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-- Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!


DESDE TU POBREZA A CRISTO:

El de Adviento es un tiempo litúrgico de preparación para la Navidad, pero de Adviento es todo el tiempo de la Iglesia, cada día en la vida de los fieles, pues vivimos esperando a Cristo, deseando a Cristo, amando a Cristo.
No me preguntes cuántos fieles hubo hoy en la celebración eucarística. Pregunta cuánto amor, cuánto deseo, cuánta esperanza había en el corazón de cada uno, y sabrás si hubo hoy un verdadero Adviento en nuestra comunidad.
Ya sé que, desde lo hondo de tu intimidad, desde la verdad de tu vida, puedes estar pensando: es que yo no amo a Cristo, yo no deseo su venida, yo no espero ninguna navidad.
No tengas miedo. Has de acercarte a ti mismo antes de que puedas ver que tu Salvador se acerca a Ti. Has de acercarte a tu pobreza, a tu oscuridad, a tu necesidad, a tu noche, a tus pecados… Si no busca a Cristo el amor de tu corazón, que lo busque tu indigencia; que es el Señor amigo de indigentes, y por ellos vino a la pobreza, a la oscuridad, a la necesidad, a la noche, al pecado, pues Dios, “enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne”, condenó tu pecado en su carne.
Que anhele tu deseo lo que necesitas, que espere todo tu ser lo que deseas, que aprenda tu corazón a amar lo que esperas. Sube desde tu necesidad a Cristo, y Cristo vendrá a ti para ser tuyo.
Vendrá y lo reconocerás, lo amarás, lo cuidarás: escucharás su palabra, recibirás su Espíritu, comulgarás su cuerpo, lo verás en la comunidad, lo abrazarás en los pobres, y recordarás siempre con gratitud que fue tu pobreza la que te abrió la puerta de la fe para que le deseases, le esperases, le amases.
Feliz tiempo de Adviento. Feliz encuentro con Cristo.


--
Siempre en el corazón Cristo.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger