Señor Jesús,
Tú sientes compasión al
ver la multitud
que está como oveja sin pastor.
Suscita en nuestra Iglesia de León,
una nueva primavera de vocaciones.
Te pedimos que envíes
Sacerdotes, pastores según tu corazón
misericordioso;
Consagrados que transparenten la alegría
y la belleza de vivir el Evangelio;
Laicos inmersos en el mundo,
que te hagan presente con su vida y su palabra.
Jesús, Maestro y Pastor,
continúa llamando a los jóvenes,
abre sus corazones para oír
tu voz inconfundible: “¡Ven y sígueme!”.
María, Madre de las vocaciones,
enséñales a pronunciar el sí
que da significado a la existencia.
San José, Custodio fiel del Señor,
encomendamos nuestros
ruegos
a tu poderosa intercesión. Amén.