miércoles, 21 de diciembre de 2022

DÍA 21 DE DICIEMBRE

 


La antífona de este día, es un eco del cántico del Benedictus. En ella se evoca a Cristo como ¡Oh Oriens (Oh Sol que naces de lo alto). Tema muy del gusto de los Santos Padres, que para explicar la grandeza de Cristo lo comparan a la hermosura y magnitud de la naturaleza. Jesús, con su nacimiento es el Sol que nos saca de  las tinieblas y que al venir desde lo alto, desde la sede del Padre, nos invade con su divinidad.

 

La Luz del Oriente ilumina ya

las dulces jornadas de la Navidad.

Claridad de mil estrellas

ilumina toda la tierra.

 

¡Oh Luz refulgente, oh Luz celestial!

guía nuestras almas por sendas de paz.

Huid ya, sombras, tinieblas

que ya el Sol, viene a la tierra.

 

Cuando Luz te llaman, te dicen Señor,

que eres la hermosura, la vida, el amor.

¡Oh Oriente! fue la plegaria

que hoy salió del fondo del alma.

 

Ven ya, Luz del mundo con tu resplandor,

conduce a las almas por vías de amor.

Te esperamos con vivas ansias.

Ven, no tardes, luz de las almas.

 

¡Oh Sol de Justicia! ven pronto a saciar

esta sed ardiente de verte aquí ya.

Pues sin ti no hay alegría,

todo es frío y triste en la vida.

 

Así siguió el coro cantando al Señor

que transforma todo en iris de amor.

¡Oh qué gozo hay en la tierra!

cuando el Sol viene a envolverla.

 

martes, 20 de diciembre de 2022

DÍA 20 DE DICIEMBRE

 


    Hoy hemos saludado a Cristo en su misión redentora: “Llave de David y Cetro de la casa de Israel”. Él es el Libertador que esperamos, por eso le pedimos que venga a rescatar con su luz a todo el género humano cautivo en las tinieblas, para que por esa luz vayamos a Él.

 

Se siguen cantando con solemnidad

los grandes anhelos de la Humanidad.

Llave regia que abres la Patria

colma ya nuestra esperanza.

 

Cautivos estamos en sombra mortal

mientras tú te acercas con la libertad.

¡Ábrenos, ven a salvarnos!

todos los siglos han suspirado.

 

¡Oh Dueño divino, Llave de David!

 que puedes tan fácil cerrar como abrir.

De la opresión en que gemimos,

ven a librarnos, Rey de los siglos.

 

Pero sobre todo pedimos, Señor

nos abras las puertas de tu corazón.

Ábrenos, y en tu morada

vivirá feliz el alma.

 

Tú eres el Camino, la Vida y la Luz,

llénanos a todos de tu plenitud.

Entra ya en esta Casa,

te esperamos con vivas ansias.

 

Así la plegaria siguió con fervor

que llegue ya al mundo la liberación.

Ven, no tardes, te suplicamos,

ábrenos, ven a salvarnos.

 

lunes, 19 de diciembre de 2022

DÍA 19 de DICIEMBRE

 
La Antífona de hoy “Oh Renuevo del tronco de Jesé” está tomada del Profeta Isaías y nos hace retroceder hasta el Rey David, viendo a Jesús como continuación directa del Ungido del Señor. Cristo es el Hijo de la Virgen María, heredero de David, alzado en la Cruz como la serpiente en el desierto para salvar al mundo.

 Los días avanzan con gran rapidez, 
se acerca la noche del dulce Belén. 
¡Qué alegría hay en la tierra 
esperando la Nochebuena! 

 ¡Renuevo del tronco de estirpe Jesé! 
alegre esperanza de paz y de bien. 
¡Oh Capullo, Dios humanado! 
Ven, no tardes, ven a salvarnos. 

Y siguen fluyendo las súplicas mil 
 plegarias de adviento que toca a su fin. 
Te esperamos con vivas ansias. 
Ven, no tardes, vida del alma. 

¡Oh Virgen bendita, oh Flor celestial! 
a Jesús queremos pronto contemplar. 
Tú sostienes nuestra esperanza. 
Tú nos alientas y tú nos salvas. 

Raíz de Jesé, maná celestial, 
ven a alimentarnos con tu suavidad. 
Te esperamos con grandes ansias. 
Ven, no tardes, vida del alma. 

Fueron estas preces las que con fervor 
hemos dirigido a nuestro buen Dios. 
Deseamos sean oídas 
 y descienda pronto la Vida.

domingo, 18 de diciembre de 2022

DÍA 18 DE DICIEMBRE


¡Oh Adonai!, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo.
 
             Hoy hemos dado a Jesús el título de ADONAI, nombre hebreo del Caudillo o Soberano. Esta antífona hace referencia a las grandes teofanías del Antiguo Testamento, en las que se manifiesta el poder y la fuerza de Dios: la zarza ardiente y la escena del Sinaí, que nos hace presentir el espectáculo del juicio universal. Por eso seguimos suspirando por la venida del Salvador.

 


Se sigue cantando con solemnidad
la dulce esperanza de la Navidad.


El coro ha seguido con fe y con amor
súplicas cargadas de ansia y unción.
No confundas nuestra esperanza.
Ven, no tardes, Rey de las almas.

Tú que apareciste en el Sinaí
con gran fortaleza y prodigios sin fin.
¡Oh Caudillo y guía del alma!
Ven, no tardes, ven a salvarlas.

Como zarza ardiente abrásanos ya
con la dulce llama de tu caridad.
¡Oh Caudillo y Soberano!
Ven, no tardes, ven a salvarnos.

Tú eres en la lucha nuestro Capitán,
nos das la Victoria, conquistas la paz.
¡Oh Pastor fiel, poderoso!
te esperamos, ven presuroso.


Así fue este día la gran oración
que de nuestro coro al cielo subió.
Deseamos sea escuchada
este día nuestra plegaria.