Jueves:
Antonia Mª, el "sí" que se multiplica
Damos hoy un gran salto en el espacio y en el tiempo.
Nuestra protagonista se llama Antonia M.ª Hernández, una joven trujillana
–Cáceres– que sintió desde muy niña de-seos de consagrarse a Dios, con las
religiosas con las que estudiaba, pero que no pudo ser porque su padre se lo
prohibió; o, quizás, mejor decir, porque ese no era el sueño que Dios tenía
pensado para ella.
Pasan los años y la joven Antonia se casa, pero ni
ella olvidó el amor primero ni Dios abandona los sueños de sus hijos. Le duele
a ella que todas aquellas jóvenes que querían consagrar sus vidas a Dios tenían
que luchar con sus propios padres –por la oposición de estos a que ingresaran
en un convento, como le sucedió a ella, y sigue su-cediendo aún– o no podían
llevar a cabo su ‘sueño’ por falta de me-dios económicos, de formación o
información –hoy también sigue pasando esto, sobre todo en tierras de misión–.
Así que comienza con unas catequesis primero y más tarde con una escuelita
donde dar formación humana y cristiana y consiguiendo los fondos necesarios
para que pudieran ingresar en cualquier congregación o irse al seminario, en el
caso de los chicos. Le ayudará más tarde Juan Tena Fernández, un joven
sacerdote diocesano, también de Trujillo, a quien ella había ayudado para su
formación sacerdotal. Ambos trabajarán facilitando los sueños de Dios...
El tiempo pasa, la escuelita crece y también las
dificultades para que Antonia M.ª y Juan consoliden la obra, pero lo que Dios
sueña, antes o después se hace realidad; así, lo que comenzó como un deseo de
ayudar a tejer sueños vocacionales, termina siendo la congregación religiosa de
las Hijas de la Virgen de los Dolores, cuyo fin es ayudar a los jóvenes a
descubrir cuál es la vocación a la que Dios los llama, para que ningún sueño
del Padre se quede sin realizar. Las hermanas acompañan a los jóvenes
ayudándoles en el discernimiento de su vocación.
Escuchamos
algunos textos de Antonia M.ª:
«Me encendía
yo en deseos de ayudar a las jóvenes que tuviesen esta vocación religiosa para
que nadie les quitase tan grande bien». C1, 18. «Veía yo que todas las
necesidades tienen quien las remedie y esta porción de almas que Dios elige
para sí, tiene que luchar con todo el mundo, incluso con sus propios padres,
sin que nadie les tienda una mano». C1, 30.
PARA PENSAR,
PARA REZAR
Nadie dijo
que ‘los caminos de Dios’ son fáciles; de eso saben bien todos los que han
querido vivir su vocación. Pero todos ellos son testigos indiscutibles de la
fidelidad de Dios. Él no desiste de sus sueños, por eso, nosotros tampoco
debemos abandonarlos ...
—¿Has pensado
que Dios tiene un sueño para ti...?
—Trabájalo,
rézalo, cuídalo... realízalo
Escuchamos:
*Hágase en
mí, AinKarem:
*El Señor es
mi pastor, Nico Montero:
ORACIÓN
Te pedimos,
Señor, por todos los que acompañan el camino vocacional de los jóvenes. Dales
un corazón como el tuyo que sepa acoger, acompañar, corregir y hacer crecer el
sueño vocacional que tú has puesto en ellos. Te lo pedimos por intercesión de
María, Madre de las vocaciones. Amén.
(TOMADO DEL MATERIAL PARA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
Y JORNADA DE LAS VOCACIONES NATIVAS 2019. CEE)
OS RECORDAMOS EL ENCUENTRO DEL DOMINGO,
12 DE MAYO, EN EL QUE REZAREMOS
DE MANERA ESPECIAL POR LAS VOCACIONES
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